Cómo ya sabéis acabamos la temporada 2021 en República Dominicana.
Repetimos la parada del año anterior, en el Club Nautico Santo Domingo nos tratan estupendamente, todo lo hacen fácil.
El barco se quedo 8 semanas amarrado y muy seguro, ahora toca sacarlo del agua, reparar los golpes que le dimos en Luperón y Nueva York, por suerte sólo eran cosméticos, y repasar algunas cosas.
Una de las cosas que nos traemos de casa son los medicamentos y el botiquín, muchas cosas nos caducan sin usarlas, pero regularmente hay que actualizarlo y hacer inventario, aquí me veis con parte del despliegue:
El sol quema casi todo y las costuras de toldos y fundas de vela hay que recoserlas a menudo, a la mayor le tocó cambiarle una polea de un rizo, y a Raki, repararle un par de pérdidas de aire.
Una nueva driza de Spi de Dynema y nueva cargadera.
La historia divertida fue para reparar la vela mayor, Katie, es la única persona que tiene una máquina de coser velas en toda la isla, y por el Covid, tuvo que dejar el almacén en el que trabajaba y ahora el local dónde tiene la máquina de coser mide 2 x4m, y eso para extender una vela de 77m2 es un problema, algunas posturas cómicas, pero lo resolvimos.
Pudimos encontrar no sin ayuda, un lugar para revisar nuestra balsa salvavidas, que ya le tocaba, y también encontramos un mecánico bastante enredo que nos desmontó y reacondicionó nuestro molinete del ancla, que en 3 años y pico creo que hemos usado mas de 1000 veces, y tenia cojinetes clavados y los carboncillos del motor muy desgastados.
Con todo repasado, y después de aprovisionarnos de comida y bebida para varios meses, y es que en República Dominicana hay de todo y de muy buena calidad, junto a Martinica, es de las mejores isla del Caribe, para ello.
Después de disfrutar unos días más de la hospitalidad del CN Santo Domingo, y sobre todo de D. Hector Duval el Comodoro (Presidente) y sus amigos, empezamos ruta de nuevo.
Preceptiva visita a las autoridades para solicitar permiso de salida, y el dia de zarpar vienen a bordo a sellar los papeles, inmigración, aduanas, narcóticos, agricultura y la armada.
Vamos a ir hacia el oeste, el “loop” hasta el inicio de la temporada de huracanes que es en junio es el siguiente:
Jamaica, Cayman Islands, Islas de la Bahia ( Honduras), Guatemala, Belize, México y Cuba, todo esto en algo menos de 5 meses. No son muchas millas unas 3000, pero hay mucho por ver y descubrir.
Nuestra primera singladura es hacia Jamaica, está sólo a 500 millas y más de la mitad del recorrido es paralelo a la costa de la Española, un trozo República Dominicana y otro Haití.
Hace dos meses que no navego y tenia síndrome de abstinencia, disfruto mucho estas millas.
Hacemos una parada en la Playa de las Aguilas, en la parte sur oeste de República Dominicana, es muy virgen, casi desértica y solo hay algunas casas de pescadores, el agua es limpia y transparente. Para los dominicanos esta es su mejor playa. Gracias José Miguel por tu recomendación!!
La travesía empieza con bastantes maniobras, primero spi, cae el viento, motor, al cabo de unas horas Spi, Sube el viento a 25 y 27 nudos, quitamos Spi, vamos sólo con Génova, y así varias veces. Es entretenido y hay que estar muy atentos
Además de los partes metereológicos, navegamos mirando atrás, ir con viento en popa está bien, pero las borrascas, y hay algunas, vienen por detrás y nos pillan. De noche comprobamos regularmente que el radar está en marcha, bien calibrado, que está en el rango adecuado, solemos llevarlo en 12 millas. Procuramos anticiparnos a lo que va a pasar y ahorrarnos hacer las maniobras cuando lo malo ya lo tenemos encima. Esta vez nos sale bien durante todo el viaje.
EL lado de la costa de Haití tiene un punto muy interesante, Ille de Vache, pero no paramos, nos han contado cosas terribles de asaltos, vandalismo, secuestros. Nos lo perdemos.
Por fin llegamos a Jamaica (han sido 540nm), pertenece junto a Cuba y la Española a las Antillas mayores, es muy montañosa y tiene varios puertos naturales. La capital Kingston, esta al nordeste, aunque la zona es muy ventosa y con la costa muy expuesta, está en una de las bahías naturales mas grandes del mundo, creo que es la 7º, tiene 7 millas de largo y casi una, en la parte más estrecha.
Hemos zarpado calculando como siempre llegar de día y con tiempo suficiente para pasar los trámites aduaneros.
Llegar de dia es importante, hay muchos bajos y la entrada esta marcada con boyas (sólo algunas con luz) más de 1,5 millas antes de llegar. Y como aviso nos vale ver los restos de un barco encallado y destruido en un arrecife a pocos metros de la entrada.
La entrada se hace en lo que durante la época de los piratas fue el puerto principal: Port Royal . Me hace gracia cuando hablas por VHF y llamas a Port Royal Port Authority.
Del Port Royal original no quedó nada, un terremoto en el siglo XVII, y una par de huracanes y arrasó con todo.
Nos hacen abarloarnos a un muelle asqueroso y casi sin fondo, no nos dejan desembarcar y vienen a bordo, lleva su tiempo casi 2 horas pero no nos ponen ninguna pega. Hemos hecho bien todos los procedimientos y nos dejan entrar.
Luego nos dirigimos al Royal Jamaica Yacht Club, y es que aunque hay mucho sitio para fondear en la bahía, nos han dicho que no es muy seguro, preferimos pagar un amarre que tener un disgusto.
Club Sencillo, pero bonito, impresiona ver el letrero de no bañarse porque hay cocodrilos.
EL gerente nos acompaña al aeropuerto que está muy cerca y conseguimos alquilar un coche para irnos de excursión a las Blue Mountains.
Nuestra primera visita es a la casa museo de Bob Marley, lo pasamos muy bien, entendimos la situación política con la descolonización de la Isla tras su independencia de UK, la encarnizada lucha política de aquellos momentos y el porque de las letras de las canciones de B Marley. El guía un tipo curioso, iba cantando fragmentos de las canciones cuando nos enseñaba alguna cosa. El de la foto conmigo es uno que de joven tocó con B Marley y ahora vende algunas reliquias musicales y sourvenirs en el parking de la casa museo.
Lo de las Rastas, viene de Ras Tafari, el título con el que nació el emperador Hailie Salasie en Etiopia en 1894, Para los Rastas, es el Dios (O Jah) encanado en mesías redentor. Acabó mal, derrocado y destronado y murió en la carcel en 1975. Pero para los rastas, sigue vivo. Hay muchas imágenes suyas en Jamaica, Bob Marley siempre acutaba delante de una tela en la que estaba su imágen, ahora la tienen en su casa museo, pero no dejaron hacer fotos.
La ciudad no tiene nada de interés, los turistas a la isla van o a los resorts o al lado sur oeste, que tiene playas.
Nos sorprende ser casi los únicos blancos de la isla, apenas se ven. La historia de aquí está muy ligada a la esclavitud, a cuando esta isla era la capital del mundo del azúcar. Los terratenientes eran tan ricos que les permitía comprar los puestos de la cámara de los comunes en Inglaterra y conseguir así que la metrópoli les mantuviera sus privilegios por generaciones.
La excursión a las Blue Ridge Mountains, resultó un acierto, son montañas altas de 2250 metros, que se meten entre las nubes, la selva es realmente una “rain forest”, llueve casi siempre en altura y en la costa hace sol. Encontramos una plantación y degustamos un auténtico café de Jamaica. Una buena experiencia.
No poder bañarnos y una ciudad sin atractivo, nos mueve a ir hacia el sur, navegamos 150 millas non stop, los fondeos al contrario de lo que dicen las guías no nos parecen confortables.
Llegamos a Montego Bay, la entrada se las trae, con arrecifes y bajos. Mas tarde conoceremos a una pareja de franceses que embarrancaron aquí. Decidimos fondear en la bahía, no hay mucho sitio y tampoco es tan atractivo como decía la guía. Se ven hasta 4 barcos hundidos, deducimos que por huracanes, y las vistas a los muelles comerciales y la terminal de cruceros nos decepcionan un poco. Pero el Montego Bay Yacht Club, es un lugar estupendo con gente muy amable, está muy animado, siempre con el bar y el restaurante lleno y se come muy bien.
La ciudad es un caos, bastante sucia y sólo para los locales, los extranjeros de nuevo en sus resorts y en sus bares exclusivos.
En el Club conocimos a una pareja de navegantes franceses, que habían tenido un percance, y cómo no hablaban inglés ni ningún otro idioma, nos solicitaron que les hiciéramos de traductores.
Viajaban a bordo de un velero de aluminio, estupendo, un Ovni 450, hacía una semana habían roto el palo, cuando una ola gigante les volcó. Perdieron todo el aparejo, y además un cortocircuito les dejó sin energía a bordo. Estaban a sólo 200 millas al sur de Jamaica y decidieron remontar viento y mar en contra a motor. Les llevó dos días, pero iban sin electrónica ni piloto automático, es decir a ojo y muy cansados, no acertaron la entrada del puerto y surfeando una ola, se metieron en el arrecife. Le dieron tal golpe, que además de abollarse el casco, les hizo dos vías de agua.
Estaban buscando como sacar el barco de allí y montarlo en un carguero para repararlo en Francia.
Patrick, el infortunado navegante resulta una persona muy interesante, nos contó lo que son la asociación de navegantes sin fronteras y de cómo desarrollan proyectos de ayuda en Senegal, y cómo cada año una serie de navegantes franceses además de aportar dinero, se implican y trabajan ellos mismos, como hizo él, en diferentes proyectos, este año instalando plantas desalinizadoras que funcionan con energía solar. (cómo las que llevamos en los barcos)
Estuvimos con ellos varios días, era triste ver como sus sueños y proyectos (muy parecidos a los nuestros) se desvanecían en unas horas con una serie de incidentes en cadena. (Aviso a navegantes…)
Ya hemos conocido Jamaica, los vientos nos son propicios, zarpamos hacia el oeste, próxima parada: Islas Caimán.
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