La polinesia incluye desde Hawai, a Isla de Pascua, Nueva Zelanda, Islas Cook, Tonga y la Polinesia Francesa.

La Polinesia Francesa tiene 5 archipiélagos, Marquesas, Gambier, Australes, de la sociedad y Tuamotus

Y las Tuamotus es dónde estamos ahora. Son 78, todas menos dos son atolones de coral, y de punta   a punta hay 1000nm, unos 1850km

En tiempos pasados se le denominaba el archipiélago peligroso. Y es que son atolones, barras de coral que se elevan unos pocos metros del agua y crean una laguna en su interior. A diferencia de dónde venimos, las Marquesas que eran montañosas y frondosas. Aquí es casi plano, solo hay cocoteros, no tienen ni agua ni frutales. Y no las puedes llamar islas, ya que hay más agua en su interior que tierra alrededor.

Antes del radar y el GPS, eran muy difíciles de navegar, ahora siguen siéndolo, pero bastante menos.

Para entrar en esas lagunas, se hace por dónde hay pasos, uno o dos por atolón y hay que tener en cuenta las mareas. Por esos pasos se llenan de agua cuando la marea sube y se vacían cuando baja. Y aunque la marea sea de unos 30 cm el volumen de agua que pasa por esas entradas crea unas corrientes de hasta 8 nudos a favor o en contra. Añadido que a veces el viento puede ir en contra de las corrientes se montan olas que lo hacen innavegable para barcos como nosotros.

Aquí aparece la primera dificultad para ir a las Tuamotus, a que atolón vamos, escogemos Rairoa, está más a barlovento y nos permitirá más tarde ir con el viento a favor a otros.https://earth.google.com/web/search/Rangiroa,+%c3%8eles+Tuamotu-Gambier,+Polin%c3%a8sia+Francesa/@-16.07955499,-142.43049915,-7.82387643a,69060.73156921d,35y,0.00000121h,0t,0r/data=CigiJgokCd8rPPWyUUBAETdGIgwIMyPAGVMDRtUkl0HAIeY7XH21fGPA

Segunda dificultad, averiguar la tabla de mareas que es más correcta. Se manejan las americanas, francesas, británicas y algunos navegantes expertos en informática han creado otras. Ninguna tiene todas las islas, así que hay que interpolar la isla a la que vamos que tabla le ajustará más. Mas tarde descubrimos que hasta el 4º atolón no acertamos del todo.

Tercera dificultad, Rairoa está a 450nm de Nuku Hiva, y la marea te da un margen de un par de horas, así que debo zarpar calculando las horas que tardaré para llegar con un margen de error de <2h. sí me equivoco, me tendré que esperar a la siguiente marea. Como además no se puede entrar de noche en los atolones, calculo llegar con la   marea más temprana, para que en caso de que tenga que esperar a la siguiente, siga siendo de día. Aquí el error es peor nos tocaría pasar la noche la pairo esperando la marea del día siguiente ya con la luz del día.

En Panamá conocimos a una pareja de sudafricanos, Graeme y Simone, que también navegan en un Leopard, aquí nos los hemos vuelto a encontrar y hemos decidido navegar juntos.

Esperamos varios días a zarpar, en las Tuamotus, hay un temporal y nos cuentan que algunos están soportando vientos de más de 60 nudos. Este pacífico no es tan pacífico.

Por fin zarpamos, travesía tranquila con poco viento (calma después de la tormenta) alguna hora a motor, pero con mar muy plana, y muy agradable. Rumbo directo con viento de través, mayor y gennaker muchas horas, algunos chubascos y algún rizo luego el viento se cierra y vamos con génova. Añadimos esas 440 millas a nuestra corredera que ya nos marca 5.024nm desde que empezamos esta etapa del Periplo en 2023.

Llegamos a las 5.30 am, tenemos que esperar a la bajamar para entrar. Nos pasamos 3 horas al pairo. Las tablas de marea que usamos dicen que la bajamar es a las 9.30, pero mientras navegábamos hacia el oeste hemos tenido que cruzar un huso horario, nuestros amigos sudafricanos que iban delante se confunden de hora y entran una hora antes, nosotros les seguimos, y sufrimos el error, corriente en contra de casi 3 nudos.

Una vez pasado el canal de entrada, menos de 1000mtrs, la corriente desaparece y aparece un nuevo reto: los “boomies”, en inglés, “pates a corail” en francés. La laguna tiene unos 30metros de profundidad, pero hay miles de formaciones de coral que suben verticalmente hasta la superficie. A veces salen del agua en baja mar, otras no, o quedan unos metros por debajo.  Las cartas no son fiables, así que vamos con método tradicional, a ojo de buen cubero. No queremos chocar, no hay canal balizado.

Desde la entrada del atolón al fondeo que hemos escogido hay 6 millas, vamos detrás del barco Sud africano, él va esquivando los corales, aun así, Mónica va en proa para asegurarnos. Mira que levamos millas navegadas, pero a este reto todavía no nos habíamos enfrentado.

Llegamos a nuestro destino, es precioso e idílico.

 

Hay otros 5 barcos, hace unos años estaríamos solos, pero este año en el pacífico hay overbooking.

Nos encontramos con barcos que conocemos, casi todos de Panamá o Marquesas. Uno de ellos, es un Bali 4.0, es americano y se llama “Karma” de Bryan y Jane, han tenido una mala suerte terrible. En el viaje que nosotros acabamos de hacer, durante un chubasco les cayó un rayo y les dejó sin electrónica. Sin radar, GPS, plotter, sonda, nada. Les tocó navegar como a principios del siglo pasado, a mano y a ojo, sólo con compás.

Al poco de llegar al fondeo en este atolón, les entró el temporal que retrasó nuestra salida. A ellos les llegaron los 60 nudos. Y tuvieron otro gran percance, Como ese viento levantó mucho mar, el barco les garreaba ya que el ancla no aguantaba suficiente, y pusieron en marcha los motores para evitar irse contra la playa, pero las hélices tocaron esas masas de coral y rompieron los dos ejes. Cuando llegamos nosotros llevaban ya una semana sin motores ni electrónica. Volviéndose locos buscando piezas en medio planeta. 4 semanas después siguen allí esperando recambios.  En medio de la nada. Aprendimos una buena lección de cómo recuperar la moral.

El agua es muy transparente y la playa de cocoteros. No hay arena, es coral desmenuzado, si no vas con chanclas te destrozas los pies. Cogemos unos cocos, que están muy ricos. Vimos muchos peces y algunos tiburones.

Pasamos unos días agradables cenas con nuestros amigos americanos y sudafricanos y lo pasamos muy bien.

Cuando escogí Rairoa, además de por su ubicación como ya he contado, es porque fue a este atolón que llegó el noruego Thor Heyerdahl con la Kon Tiki en 1947 después de poco más de tres meses en el mar.

Nos costó encontrar la placa, y aproveché para ver el documental que hicieron sobre ello y por el que le dieron un Oscar en 1950. https://www.filmin.es/pelicula/kon-tiki-el-documental. Ya sabéis los lectores de este blog que me encanta descubrir quien ha pasado, cuando y que hizo.

En la Tuamotus, todavía hay mucha industria de perlas. Hay granjas que crían perlas dentro de los atolones. Desgraciadamente en muchos esta actividad de ha abandonado, que es lo que nos pasó aquí, pero dejaron cabos y boyas sumergidas y el susto de pasar por encima de una de ellas y pensar que podías enredar las hélices fue mayúsculo.

Aquí también tuvimos la primera experiencia de enrocar el ancla, estaba a 18m, tuve que ponerme el equipo de buceo, para bajar y ver dónde y cómo se enredó. Nuestra ancla es inmensa, pesa 50kg y no la puedo ni mover así que tengo que bajar, ver como está, subir a superficie, y explicar a Mónica, que movimientos debe hacer con el barco para intentar desclavarla, y cuando estamos libres subir a bordo con todo el equipo, mientras el barco que no está quieto, por la corriente o el viento de 18 nudos. No resultó fácil. No fue la última vez, lo haremos en estos atolones varias veces más.

Nos despedimos de nuestros amigos, a los americanos además de los problemas del barco inmovilizado, se van quedando sin provisiones, les damos algunos pomelos y una docena de huevos, que no es mucho, pero son la mitad de los que tenemos. Esperamos resuelvan sus problemas y podamos vernos de nuevo.

Vamos al siguiente atolón, además de conocerlo vamos a comprar huevos. Se llama Makemo. Está a 40 millas. A última hora con el nuevo parte de viento abortamos y nos quedamos un día más.

La salida es igual que la entrada, calculas para llegar, pero estuvimos una hora esperando el momento correcto para salir, todavía no dominamos esto de las corrientes.

He calculado que debo navegar a una velocidad media de 4 nudos para llegar al siguiente atolón, por supuesto navegamos de noche, no hay tormentas y la llegada es sin incidencias, salvo que a pesar de haberlo estudiado en varios sitios sigue sin cuadrarme la hora de entrada al atolón y nos comemos unos 3 nudos de corriente de cara.

Es un mal fondeo, pero tiene un pueblecillo con un par de tiendas. Encargamos baguettes y croissants para el día siguiente y preguntamos por los huevos, no hay.

Volvemos al día siguiente, volvemos a preguntar por los huevos: no hay ni saben cuándo habrá. A los 15’ en la misma tienda y en el mismo pasillo que lo había preguntado hay 8 cartones, una señora se lleva 4, nosotros 3 y a la que le había preguntado se lleva el que queda, Ya no hay huevos en la isla, pero esta vez los tenemos nosotros, que pequeña gran victoria. Nuestra compra: pan, huevos, helado, tomates, zanahorias y espinacas congeladas, en estas latitudes esto es un logro increíble.

EL fondeo es incómodo, no es protegido, y va a entrar mal tiempo, decido seguir nos vamos a otro atolón Fakarava.

Está a 170nm, de nuevo a calcular, y por fin esta vez lo hago bien, al salir poca corriente a favor y al llegar ni me tengo que esperar, ni la corriente al entrar es fuerte. Casi 24 horas de navegación con 20 nudos, solo con foque, supercómodo, a pesar de la mar formada. Las últimas horas voy enrollando vela para bajar velocidad, pero lo cuadramos bien.

Fakarava es un atolón gigantesco, tiene dos entradas una al norte y otra a sur y es conocido porque en la entrada sur, se encuentra la mayor colonia del mundo de tiburones.

Y nosotros hemos venido a conocerlo y a bucear con ellos. La adrenalina está asegurada.

Mirad este documental 700 tiburones y lo entenderéis, este link

https://www.youtube.com/watch?v=hKHgkI2rZTw

Por esta riqueza biológica es considerado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

El Atolón está a 450km al este de Tahití. EN el norte tiene un aeródromo y vienen buceadores de todo el mundo a conocerlo. Tiene unos lodge muy sencillos, y todo exquisitamente limpio.

EL buceo es a la deriva, con la corriente, en el canal por el que nosotros hemos entrado en barco. Se suelen hacer con la corriente entrante, aunque yo hice uno nocturno con la corriente saliente.

Antes de contratar a un centro de buceo, hacemos una pasada con tubo y gafas por superficie, descubrimos que es ir a más de 2 nudos derivando cogidos a nuestro bote por encima del coral y empezamos a ver muchos, pero muchos bichos. Y Tiburones, muchos, primero pequeños y más tarde grandes y algunos muy grandes.

Estas son las fotos y videos de la primera toma de contacto.

Las de las primeras inmersiones impresionan un poco o bastante, te llevan a mar abierto, a fuera del arrecife y desciendes a -30m allí están los meros. Estamos a 3 días de la luna llena, y es cuando los meros vienen a desovar, y como cuentan en el reportaje los tiburones a comérselos. El reportaje dice que hay 17.000 meros, no los contamos, pero había muchísimos.  Bajas a -30 y empiezas a derivar, nos recogerán a casi 1,5 millas de dónde nos han dejado, es francamente impresionante, todo sucede bastante deprisa y no puedes

Miles de meros en el paso sur de Fakarava, Tuamotus, Polinesia Francesa

En el trayecto más tarde ves los tiburones.

Están en tres grupos de varios cientos, la primera vez los vimos desde arriba cuando hacíamos esnórquel, la segunda es buceando y te metes entre ellos, ahí ya los ves más grandes, saben que tienen mero para cenar y no nos hacen ni caso. En una de las inmersiones nos metimos en una hendidura tipo gruta para verlos sin tener que mirar detrás. aquí os dejo el video

Buceando con Tiburones, paso sur de Fakarava, Tuamotus, Polinesia Francesa

A medida que se acerca la fecha de la luna llena el fondeo se llena de barcos, y llegamos a ser más de 30, ¡parece Baleares! Y los lodge y los centros de buceo también se llenan y es difícil tener plaza, Solos por nuestra cuenta no nos atrevemos, lo intentamos un día, y fue un desastre, remolcar la lancha desde -25m que derivaba más deprisa que nosotros, y el cabo largo se nos cayó y enredó en el coral, boqueábamos y  gastábamos aire como posesos, duró poco y no lo disfrutamos.

La emoción fuerte me la guardaba para el final. Los tiburones salen a cazar de noche, abandonan su zona de confort en el canal, pero dentro de la laguna, y salen a la parte exterior a comerse los meros.

Hice una inmersión nocturna para ir a verlos, cuando se preparan para cazar. No cuando cazan, es demasiado peligroso.

Eso se hace al anochecer, y no puedes tener en cuenta la marea, a mí me toco saliente y con mucha fuerza.

Antes de echarnos al agua, siempre hay un briefing, las señales son diferentes a las diurnas, como se usan las linternas para no molestar a los animales ni a otros buceadores.

Y entre otras nos dicen que los tiburones nos van a tocar mucho y muchas veces, así que brazos encogidos, y si te tocan mucho, también piernas, te convierte en bola, es más difícil que te pueda morder, dicen. No apoyarse en el coral, los peces se esconden allí y si un tiburón va mejor que tu mano no esté en su trayectoria, vamos todo instrucciones habituales. Somos 5 y el instructor, todos expertos.

Bajamos por una cuerda para que la corriente no nos disperse, y ala vamos hechos una pelota y solo vemos lo que nuestras linternas iluminan.

En el haz empiezan a aparecer bichos, unos desde atrás, de enfrente, del lado. No piensas cuantos no ves.

Es muy difícil de noche controlar la flotabilidad, solo sabes si bajas o subes por el ordenador de buceo, y el mío no tiene luz. Y tengo que usar la linterna para verlo, mientras no quiero perder el tiempo viendo las decenas de animales que nos rodean y lo que hacen. Una mano para la cámara, otra para la luz, me faltan manos para controlar el chaleco.

La corriente es fuerte, si te separas del grupo es imposible volver a reunirte, si subes más que ellos, la corriente es mayor y te separas, si bajas ellos se alejan. Debemos hacer esfuerzos, y yo voy a lo que me dan las piernas para mantenernos agrupados

Vamos a 1,5m del coral buceando de lado y mirando que no haya un boomie y nos la demos contra él, y en ese espacio tan pequeño mientras van pasando tiburones a escaso centímetros de mí,

Después de 10 o 12 minutos estresantes, ya en la salida del canal, la corriente aminora y estamos un rato que podemos observarlos bien, van nadando alrededor nuestro y entre nosotros.  Esos 15’ los disfruté enormemente.

Miedo no pasas, porque no hay tiempo, respeto si, y sensación de que, con haberlo hecho una vez, es suficiente. Me costé dormirme esa noche. Lamentablemente el fichero del video se daño y no lo puedo compartir.

En las Tuamotus viviremos nuevas experiencias, pero las dejo para otro post.

 

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