Seguimos al Oeste!!
Me resulta muy divertido y excitante ir navegando unos días y cambiar de país, de cultura, de idioma, de moneda y de todo.
Este año, no se si por el Covid, o el Brexit, el caso es que los pilots books que debían llegar de Inglaterra no llegaron, y la información que disponemos es bastante poca de nuestros destinos, y casi toda conseguida por Internet.
En este caso gracias al Comodoro Presidente del Club Náutico de Santo Domingo, contactamos con Eduardo Bernal y su mujer Mónica, navegante de origen uruguayo afincado en Gran Caimán desde hace muchos años, que nos facilitó mucha información, nos fue de gran ayuda, y acabamos siendo amigos.
La travesía desde Jamaica son 125 millas, es cortita una sola noche navegando. La hicimos casi toda a motor, no había nada de viento.
Las Caimán son tres Islas Gran Caimán, Little Caimán y Caimán Brac (Brac en Gaélico significa meseta). Están a unas 80 millas al sur de Cuba. Son territorio inglés de ultramar y hablan inglés.
Colón les puso de nombre Las Tortugas, y era un lugar conocido dónde los barcos venían a pescarlas, ya que las podían mantener vivas a bordo y no se les estropeaban como alimento. El nombre de Caimán, o lagarto no tiene sentido, no hay ni ha habido ninguno. Pero los locales están muy orgullosos, porque suena exótico.
Habíamos quedado con Eduardo en encontrarnos en Little Caimán. Pero una vez más nuestra rutina de papeleo la teníamos que hacer en la isla más al norte Caimán Brac.
Antes de llegar, contactan con nosotros por el VHF (seguramente nos han localizado por el AIS), y la primera pregunta es cuales son nuestras intenciones, que si vacunas, que si hemos hecho la pre-entrada por internet, que si nos ha dado autorización el sistema de salud, que si llevamos PCR, que cuántos vamos a bordo, que si llevamos armas o animales. Preguntas normales, lo no normal es que a cada pregunta cuelguen y vuelvan a llamar al cabo de unos minutos para hacer la siguiente. No parecían muy expertos.
Caimán Brac no tiene puerto, es una isla alargada con riscos en ambos lados y una mini plataforma al nivel del mar, tiene algunos pantalanes sueltos y según el viento sople, los de aduanas e inmigración te mandan a uno u otro lado. Como he dicho que no llevaba cartas detalladas, y me hablaban de nombres que yo no encontraba en las mías, al final les tuve que pedir la latitud y longitud de nuestro punto de encuentro. Nos habíamos pasado 2 millas, tuve que volver atrás.
Me esperaban 7 personas en tierra, 3 de Customs y 4 de inmigración. Cuando les pido disculpas por hacerles esperar, por la demora en no encontrarnos, me dijeron divertidos que no importaba, nosotros somo el tercer barco que llegaba este año, y habían tenido las islas cerradas por Covid hasta diciembre pasado 19 meses. Estaban contentos de poder trabajar unos 20’ este mes. En la declaración que firmamos declaro llevar un fusil de pesca submarina, nos piden depositarlo y nos lo devolverán cuando zarpemos. Son muy estrictos, si te pillan pescando con ello, las penas incluyen la confiscación del barco.
Las islas están rodeadas de boyas para bucear, en teoría sólo puedes estar amarrado una hora o poco más, pero hay tantísimas que nadie le preocupa si te quedas a pasar la noche, que es lo que hicimos. Se mueve mucho, es bastante incómodo.
Al dia siguiente nos vamos a Little Caimán, está a sólo 12 millas, al sur este tiene una bahía protegida por la barrera de coral, agua muy limpia y transparente. Lástima que justo el dia de nuestra llegada empieza la temporada de veda de pesca de langosta. Las veremos, incluso las tocaremos, pero no las podemos coger. En dos ocasiones se acercó a nosotros una lancha de medio ambiente a preguntar, exquisitamente educados, que hacíamos.
Es un sitio espectacular y muy bonito, muy pocas edificaciones, casi todas son resorts de vacaciones y buceo, muy integradas en la vegetación.
En esta isla viven unas 600 personas, (entre las 3 islas 65.000), que se dedican a los resorts de lujo y a los centros de buceo, además de organizar las empresas offshore de medio mundo. Es caro, nos piden 7 euros por una lechuga y las piezas de fruta van a 6 la unidad, 6€ una naranja, 6€ una pera, menos mal que venimos aprovisionados.
Y es que estas islas sólo tienen dos negocios, ser paraíso fiscal, sólo en Gran Cayman con docenas de despachos, abogados y contables, y el buceo de lujo.
Hacemos un par de inmersiones bonitas, y pasamos un par de días muy buenos allí.
Además de pasar un par de tardes con Eduardo y su mujer Mónica, y sus amigos ingleses Al y Julie, conocimos a un franco canadiense de Montreal, Kevin, que tiene un Leopard 45’ como el nuestro, es también un expat que nos contó mucho de cómo funcionan estas islas.
Para ir a Gran Cayman, hay sólo 80 millas, pero debemos volver a hacer papeles y recuperar nuestro fusil en aduanas, nos toca navegar 12 millas contra viento y luego de regreso. Total en vez de 80, navegamos 104. Kevin es de mucha ayuda, me da coordenadas de los sitios concretos a los que debo ir!
Y al llegar, de nuevo Customs, y volver a depositar el fusil. A menudo me preguntan si llevamos armas, que no llevamos, y si siempre es cómo aquí con un mini fusil de pesca submarina, te debes pasar la vida haciendo papeles. Llegamos en domingo, me cobran 68$ por llegar en festivo!
Georgetown es la capital, pero no tiene ningún ambiente, porque es domingo por la mañana, y porque estamos en la zona de desembarco de los visitantes de los cruceros de lujo y llevan 2 años sin recibir a ninguno. Los Malls y todas las tiendas están cerradas. Mas tarde descubriremos que los ciudadanos locales van a otra zona denominada Camana Bay.
Habíamos oído hablar de los buceos aquí, y realmente son muy espectaculares, y muy fácil. Las islas están rodeadas de boyas situadas cada 200m. Amarras a una de las boyas que suelen estar en el borde de la pared de arrecife, arriba hay 20m de agua y luego la pared baja muchos más, y te tiras, los que hay que ver está bastante claro. No hay bichos grandes, pero si muchos peces de colores. Tienen un pecio, el Kittiweak, hundido exprofeso para que nos entretengamos, lo encontré gracias a la sonda. Lo pasamos bien.
He dicho que es una isla destinada a paraíso fiscal, y todo lo que hacen y edifican es de lujo para gente que consume esto: hoteles 4* a 900$ y los de 5 de 1500$ a 2.000$
Hay una laguna impresionante que da a las marinas y las urbanizaciones con canales y casas, estilo Miami. Es muy bonito.
La entrada a la laguna se las trae, es muy difícil ver los palitos que marcan la entrada, la mayoría de barcas son pequeñas y con motores fueraborda. Vamos muy despacio, a un nudo o menos, Mónica sentada en la proa mirando el fondo y yo con las manos en las palancas de motores para poner atrás toda en cualquier momento.
La atracción de la bahía es una zona que le llaman Sting Ray City, se acumulan muchas rayas, nosotros vimos mas de 25 a la vez. Antiguamente los pescadores limpiaban el pescado allí, ahora van los barcos de turistas a darles de comer, pero no por ello deja de ser muy espectacular. Es difícil navegar apenas hay 2,5 m de agua en casi toda la zona. En un trayecto me relajé y acabamos subidos en una plataforma de arena y barro. Eso me puso muy nervioso, por suerte sólo fue el enfado conmigo mismo y ninguna consecuencia para el barco, pero habíamos vuelto a embarrancar.
Camana Bay, es un centro comercial, que puedes llegar en barco, con restaurantes, cines, tiendas de lujo. Casi sin turistas. Estamos en medio del caribe, y piensas que estas en Miami. Es muy curioso.
En total hemos pasado 10 días aquí, disfrutando del buen tiempo, sus aguas y la compañía de nuestros nuevos amigos.
Volvemos a Zarpar, esta vez con destino a las Islas de la Bahía, territorio de Honduras, están al Suroeste a 300 millas, tardaremos 2 días completos en llegar
Que bonito!
Cuantos dias sin tener noticias vuestras!! Pero ahora ya se la razon y es que estabais disfrutando de este lejano paraiso!! Espectacular lo de las rayas!! .
Por otro laddo lo que compruebo es que como mas pequeňo es el pais mas papeleo!! Aunque ya veo que lo teneis dominsdo capis !
hasta el proximo post!