En el último post os contábamos el escenario, ahora os vamos a contar cómo vivimos.

Llevamos algunos años navegando y desenvolvernos a bordo no nos cuesta nada, el movimiento del barco es como la cuna de un niño, nos va meciendo todo el dia.

Y «vivir», en un espacio limitado nos resulta muy divertido por las infinitas posibilidades que nos da poder ir de un lado para otro con la casa a cuestas.

La temperatura de calor extremo al mediodía se pasa bien si puedes bañarte, y por las noches algunas veces tenemos la suerte que refresca gracias a  la lluvia, y si no pues a bañarse otra vez, y ya está.

A los pocos días de llegar a Angra hemos recibido la visita de Ricardo e Isabel, y para los que no lo recuerdan o se han incorporado mas tarde al Blog, son los que nos inocularon la idea de esta vida nómada y en barco. Ellos empezaron un viaje como el nuestro hace 20 años y estuvieron navegando con su hijo Ricky y  con su Cypsela, un velero de 50’, durante 8 años y acabaron dando la vuelta al mundo completa, navegando mas de 50.000 millas.

Mónica les visitó en Canarias, Tobago, San Blas (Panamá) y a Tonga ( Pacífico sur) fuimos los dos a verles, así que tuvimos la oportunidad de conocer de cerca en que consistía esta vida, la de navegar por el mundo. Y os confesamos que nos dieron una envidia increíble, pero tampoco pensábamos que estaría a nuestro alcance.

Ahora ya metidos en el proyecto, y no por casualidad estamos en esta bahía. Ellos pasaron aquí algunos meses al inicio de su viaje y ahora tenemos nosotros  la oportunidad de conocer lo que  ya descubrieron y ellos de rememorar los tiempos pasados, que sabemos fueron muy felices. Aquí vinimos siguiendo sus recomendaciones.

Total que el dia que llegaron, y como la hora era muy buena, para nosotros las 2am y para ellos las 6am, ( y después de 20 horas de viaje)  decidimos que unas caipiriñas era lo mejor para celebrar el reencuentro.

Vamos como viajeros de otro tiempo, precisamente con mucho tiempo, sólo un poco pendiente de la meteorología para escoger las mejores calitas, pasar algunos días, y luego volver a movernos. Todo despacio, saboreando las vistas, la gente, la temperatura, la luz, y las aguas tranquilas….

Aquí hace muy poco viento así que casi todos nuestros desplazamientos son a motor, pero las distancias son cortas, apenas unas millas, y el dia que navegamos 25, ya es casi una hazaña.

Si las calas están cerca de los puertos, hay escunas con turistas, pero si nos alejamos un poco, no es difícil estar solos o casi.

A la vida doméstica, nuestros invitados  nos han aportado muchas cosas, una que no sabíamos hacer por nosotros mismos: pan. Me hace gracia y mucha ilusión aprender ha hacer pan. He aprendido a amasar, y vamos siguiendo sus recetas. Es como volver a los orígenes. La verdad es que a Ricardo le sale buenísimo, y ya veremos cuando nos dejen solos si también nos sale así. Se agradece tener pan del dia, y es que además aquí no tienen pan con costra, casi siempre es de molde y lo que llaman pan francés, se parece mucho al chicle….

Ricardo es entre otras muchas cosas un consumado pescador, y he decidido intentar emularle, y no me sale nada mal. A veces vamos con el bote a las rocas que están fuera de la bahía en la que nos encontremos y otras llevamos un curricán y nuestras cañas de pescar. Me ha puesto todo a punto todo el material, y eso que ya venía bastante equipado y todavía hemos tenido que reponer algunas cosas. Llevamos 3 cañas de curricán y una de pescar de fondo.

Bueno el caso es que hemos pescado bastante. Así que los “suquets”, el arroz a banda, y el pescado a la plancha o al horno están a la orden del dia. Y para celebrarlo tiramos de bodega, y es que desde Sudáfrica, nos trajimos un cargamento y todavía queda mucho. Los blancos Chenin, Sauvignon, y el Chardonnay. En tintos, Merlot, Syrahz y uno que es el único que hacen con mezcla que se llama Pinotage.

El caso es que por una cosa o por otra la cocina está siempre en marcha, y hay alguien o preparando algo, o fregando platos.

A nuestra cocina también le han incorporado el picante ¿estaremos cambiando demasiados hábitos?, así que las guindillas y el aceite picante, ya están junto a la sal y la pimienta.

Por supuesto nuestra rutina diaria incluye la copa del ocaso: caipiriña,  o por lo menos un vinito blanco. Desde luego con buena conversación y buenas copas os prometo que todas las puestas de sol son estupendas.

Una de las cosas que es mas importante a bordo, además de la energía, para que funcionen todos los cacharros es el agua.

Tenemos tanques enormes, casi 1.000 litros. Para rellenarlos, como procuramos no ir a puertos, usamos cuando se puede la potabilizadora, pero como aquí hay tanto plancton, los filtros no duran nada, así que hemos puesto un toldo para recoger la que llueve, y sale un chorrillo bastante bueno. Total que la técnica se llama la del “chorrillo”. En una noche llegamos a cargar mas de 200ltrs. La preocupación del agua ha desaparecido. Luego más tarde descubrimos que a veces arrastra mucha contaminación, y antes de que llegue a los tanques le ponemos unos filtros. También es una aportación de vueltamundistas con experiencia.

A menudo hacemos excursiones con el bote, que os recuerdo que se llama RAKI, (en honor a que viene con nosotros desde Turquía, el raki es un licor anisado local de allí),  y vamos a los poblados, las calas, las playas y por supuesto alguna ciudad. RAKI, es como nuestro utilitario y nos lleva a todas partes.

En las excursiones a las playas, también hemos descubierto otro punto de vista, Isabel es genial entendiéndose con todos los lugareños, así que no hay dia que cuando desembarca, no vuelva con uno o varios cocos, flores, plantas, conchas o cualquier cosa. No es raro pasarse la tarde haciendo colgantes con semillas.

Sus “malas” influencias, se notan en que le Plan B ya tiene plantas a bordo. Una gran ventaja para cuando las autoridades aduaneras de los países que vamos a pasar hagan la siempre obligada pregunta si llevamos animales o plantas.

Una de las ciudades visitadas es Paraty, Su casco histórico todavía se conserva tal como era en la época colonial y dorada de la fiebre del oro, lo fundaron allá por 1667. En lengua Tupí significa rio de los paraties ( es un tipo de pez, pero también llaman así a la mandioca)

Es una ciudad que fue capital de la exportación del oro en el siglo XVII y XVIII. El oro lo descubrieron en poblados de interior, ahora estado de Minas Gerais (  ya os lo contaremos en otro post) y lo traían en carretas por lo que se denominaba el camino real, se embarcaba para Portugal, aquí en Paraty.

Así que hay un casco antiguo muy bonito, con casas coloniales que reflejan el esplendor de aquella época,  hoy llenos de tiendecitas, muchas de souvenirs, alguna boutique y bares y restaurantes.

Algunas cosas como que las calles de la parte baja se inundan con la marea baja, la entrega de mercancías a las tiendas se hace en carros tirados por burros, y las calzadas hechas con las piedras de lastre de los barcos que venían a cargar el oro, y por las que es dificilísimo andar o las cuidadísimas fachadas coloniales la hacen muy especial.

A nosotros nos ha encantado, no sólo la hemos hecho fotos, algún dibujillo también

En uno de esos restaurantes pudimos asistir a un buen espectáculo musical, aunque eran fados, siempre tristes, tuvimos la suerte que la cantante era muy buena. Una muy buena velada.

Y es que Ricardo, además de todo lo ya contado, es muy buen cantante, ha editado varios libros de Habaneras, y ahora está en el tercero y alguna que otra noche tuvimos el privilegio de que tocara y cantara para nosotros. Isabel también canta. Ahí los dos que no sabemos ni dar una nota somos Mónica y yo. Y tengo mis dudas si alguna vez seré capaz de cambiar eso.

Paraty, también tiene su parte moderna, y aprovechamos para hacer la compra, comprar gas, recambios y poner gas-oíl, lo de cada casa.

Y  aunque cueste creerlo también tenemos vida social!! eso en el siguiente POST!!

 

 

 

 

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