Hace unas semanas en un Post, dejaba un comentario sobre lo complicado que había sido conseguir estar en Brasil tantos meses.

Antes de zarpar, hace mas de un año, pedí por escrito al Consulado de Brasil en Barcelona, y luego personalmente cuáles eran las reglas de juego para visado y estancia.

Contestaron que todos los turistas tenemos 90 días, y que luego debíamos ir a la Policía Federal y solicitar la renovación por otros 90, así que podríamos estar 6 meses.

Al llegar a Brasil, lo primero que fuimos es a inmigración a la policía Federal, y así nos lo confirmaron. Y cuando nos caducaban los primeros 90 día fuimos a pedir la renovación. Cual fue nuestra sorpresa, cuando la misma persona, nos dice que al ser de zona Schengen, y por reciprocidad, (en Europa sólo dan 90 días a todos los sudamericanos) no teníamos derecho a esos 90 días extra. ¡¡Solo nos quedaban 26 días, y estábamos en Abril!! Si nos quedábamos mas la multa era de 50€ diarios por cabeza y el 10% del valor del barco.

EL riesgo era real, en Paraty nos habían parado una patrullera y nos había pedido la documentación, luego por suerte nunca más.

El disgusto y lea disyuntiva eran de primera clase. Nos quedaba mucho por ver.

Reflexionamos y decidimos que lo mejor era hacer la “salida”, del País.  Es decir, comunicar a las autoridades que íbamos a salir de las aguas jurisdiccionales. Íbamos a navegar, y lo haríamos mas alejados de 12 millas, que son aguas internacionales, luego volveríamos a “entrar”, cada vez que se nos ocurriera.

Estaríamos dentro del país consumiendo algunos de los días que nos quedaban, y volveríamos a salir de nuevo.

Eso supone replicar cada vez los tres trámites, Inmigracion, Aduanas y capitania marítima de la marina, A la entrada y a la «salida»

Así lo estuvimos haciendo hasta junio. Entonces ya habían pasado 180 de la primera entrada en Brasil y volvíamos a tener 90 días más.

El problema era explicar cómo entrábamos y salíamos de Brasil cada vez.

Nos tocaba hacerlo en Salvador, la señora que nos atendió fue muy amable pero no su jefe que se enfadó muchísimo. Así que nuestra interlocutora nos pidió que volviéramos dos días mas tarde que tendría otro jefe más comprensivo ese día. Y así fue. Eso nos costo un par de botellas de vino y dos cajas de bombones. Volvíamos a tener 90 días.

El problema era que en Vitoria uno de los sitios dónde habíamos estado, nos habían puesto el sello en los dos pasaportes, pero no habían introducido los datos de salida de uno de ellos y “oficialmente” Mónica no había salido y había estado muchos días más de los permitidos.

Lo complicado es que no sólo debemos ir a la Policía Federal, si no que también a aduanas, y luego a la marina de Brasil.

La primera vez que tuvimos que registrarnos en el sistema de aduanas, es muy curioso, el funcionario se levantó, me pidió que diera la vuelta al mostrador, entrara en la zona de oficinas y me sentase en su silla del escritorio y que rellenase yo mismo los datos del barco en la aplicación informática. Por suerte tenia una versión en español.

Cometer un error en Aduanas era más grave, en una de las salidas, se me pasó “salir oficialmente” de aduanas, y nos querían reclamar el 10 % de valor del barco.

El funcionario tenía mal humor y lo pagaba con todos. De hecho, había unos argentinos delante nuestro que se lo estaban haciendo pagar, y lo pagaron. Estábamos un poco preocupados. Supongo que cuando vieron la cantidad de papeles y sellos que llevábamos entendieron, que, aunque a nuestra manera, procurábamos estar legales. Pero nos dieron la razón que en cada oficina nos contaban los trámites a realizar de forma distinta. Y es que la ley es la misma pero cada estado la interpreta diferente y gracias a eso, que ellos sabían mejor que nosotros nos libramos de la multa.

A veces los tres organismos están cerca uno de otro, pero otras tienes que tomar un Uber.

En Joao Pessoa, cuando llegamos a la policía, habían trasladado las oficinas del departamento el día anterior, y estaba a 18 km. Tardamos tanto que cuando llegamos a aduanas, habían cerrado, y en la Marina nos pedían los tres papeles. Así que al día siguiente tuvimos que ir, otra vez a aduanas 9km, luego a marina, 18 de ida y 18 de vuelta al barco. ¡¡Casi un día entero entre gestiones!! Con las colas etc.

Aquí es zona tropical, siempre va todo el mundo con pantalón corto y chanclas, pero para hacer cualquier trámite, exigen que vayas con pantalón largo, camisa o polo y zapato cerrado. Así que cada vez que vamos de trámites burocráticos nos “vestimos” como personas normales, y pasamos un calor de primera.

AL final nos hicimos tan ahbituales que a los de la Policia de Fortaleza, les pedimos y accedieron hacerse una sefie con nosotros!!

No siempre te piden los mismos documentos, una vez me pidieron el titulo náutico de capitán, y no lo llevaba, y le dije eso, que no llevaba. No se que entendió, pero nunca me volvió a preguntar por él. Curioso.

Os lo cuento corto, pero resumido hemos estado en 33 oficinas, entre Policía, Aduanas y Marina en Brasil. Casi nada. No he querido contar las horas, pero muchas.

Como consecuencia, debo renovar el pasaporte, me he quedado sin páginas después de tanto sello y eso que le faltan dos años para renovarlo.

Lo hemos contado al salir de Brasil, antes Mónica no me dejó.

Así que, al llegar a Guyana, lo primero, poner la bandera amarilla debajo de la francesa en el palo. Eso significa solicitamos libre plática, es decir que todavía no hemos hecho los papeles y que entramos en el país.

Hay que decir que volvíamos a llevar las banderas reglamentarias, no como en Brasil, que nos hacíamos pasar por brasileños, para evitar ser identificados como guiris.

Segundo fondeamos delante de dónde la carta dice que está aduanas.

Nos ponemos “guapos” pasaportes y documentación en mano, y nos acercamos en bote al muelle de la Gendarmerie (estamos en Francia).

Preguntamos por aduana y nos contestan: Aduanas, ¿Qué aduanas? Aquí no hay. Le pregunto si debo hacer algún trámite: ¿Inmigración? Respuesta: ¿no está Ud. ya fondeado?, disfrute del país, no debe hacer ningún trámite.

Por fin estamos en Europa de nuevo, aunque sea sólo por unos días.

Vamos a disfrutar de la France, Boulangerie, croissants……

 

 

 

 

 

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