El Canal de la MONA o el pasaje de la Mona es el espacio de agua que hay entre Puerto Rico y la española, lado República Dominicana.
Después de un post de historia, toca otro sólo de navegación, así espero compensar un poco. Pocas fotos y muchas descripciones.
El pasaje tiene 61 millas de ancho, y en la parte sur tres pequeñas islas en medio: Isla de la Mona, isla del Monito, e isla Deshecho, ¡Jo que nombre!
Nosotros vamos a navegar por el canal en dos ocasiones, una para ir de San Juan a Santo Domingo y luego de regreso al norte desde el SW al NW, con una parada intermedia, en Samaná.
Es una de las principales rutas de navegación para cruceristas hacia el Caribe desde USA y Bahamas, y regreso. Conecta el Caribe con el Atlántico. Y también es una ruta de emigración de Haitianos, y Dominicanos a Puerto RIco.
No debería presentar mucha dificultad a no ser por sus condiciones meteorológicas.
De entrada, siempre hay corrientes, pero nunca se sabe hacia donde (los vientos se denominan de dónde vienen y las corrientes hacia dónde van) ni la intensidad. Así que te dicen no las tengas cuenta y manéjate con lo que te encuentres.
Los vientos siguen siendo predominantes los alisios, que siempre son Este o ENE, según la época más o menos fuertes. La característica es que siempre por las noches, se montan unos chaparrones importantes. Las altas montañas (casi 1000m) de Puerto Rico, tienen la culpa. Esos vienen con mucha lluvia y aumento de la intensidad del viento. Le pone emoción a la navegación nocturna.
La primera vez, nosotros el canal lo pasamos de Este a Sur Oeste, vientos a favor y poco viento. Desgraciadamente de noche, ya que nuestra ruta desde San juan a La Romana es de 170nm, y eso necesita siempre 24 horas, y lógicamente te pilla una noche. No nos pilló ningún chubasco.
Parece muy ancho, pero debido a los bajos y la cantidad de arrecifes se reduce bastante, ya que siempre procuramos navegar en aguas lo mas profundas posibles y evitar la ola corta y picada que se monta.
Una vez virado el extremo de la isla de La Saona, que es preciosa y parque natural, quedamos a sotavento, y las 20 millas hasta el lujoso puerto de Cabo Blanco en La Romana, son una delicia. Aguas turquesas, mar en calma y brisa de través. Lo que siempre sueñas como condiciones ideales de navegar
La segunda parte, fue después de dejar Santo Domingo e ir hacia el lado norte de la Isla, por el este.
Eso ya tenía mas tela, de entrada estamos a 80 millas a sotavento del borde de la isla y hay que remontar contra el viento.
Aquí aprendimos el “Island lee”, (traducido, efecto sotavento producido por la isla) resulta que, por el tamaño de las grandes islas de Cuba, Hispaniola, Puerto Rico, pero también pasa en Bahamas, el aire se calienta mucho durante el dia en estas masas de tierra, que asciende y por la noche y genera un viento térmico de tierra hacia el mar, como el de verano en las costas de mediterráneo.
Este viento térmico tiene suficiente fuerza para contrarrestar el alisio si es de menos de 25 nudos, y permite navegar pegado a tierra, con un ojo en la sonda y con viento de través, no de ceñida que sería lo lógico. De dia viento del este, de noche si estas al sur de la isla, viento norte; si estas al norte, viento sur. Eso sí en cuanto hace un rato ha salido el sol, vuelves a tener el alisio de morro. Hay que aprovechar y ganar “barlovento” navegando de noche.
La remontada de 80 millas la hicimos en dos etapas, parando en otra islita, parque natural Isla Catalina. Aguas turquesas y muy transparentes.
La segunda parada en Las Palmillas, fondeo recomendado por el Comodoro del Club Náutico de Santo Domingo. ¡¡Espectacular!!
Y tercera etapa hacia el este, aquí al principio ya perdíamos el efecto de protección de la isla Saona. Justo por dónde pasamos a la llegada íbamos de regreso, pero esta vez con el mar en contra. Sólo 20 millas, de noche, pero al poco se despertó el mar. A motor y pegando bastantes saltos. Suerte que fue cortito.
Luego arrumbamos norte, viento de través, primero con rizo en mayor y luego toda.
Pasamos por delante de Punta cana, por Cabo Engaño y Llegamos a la Bahía de Samaná. Inmensa Bahía natural, es refugio de ballenas.
De enero a marzo vienen a cortejarse y aparearse. Tuvimos la suerte de poder verlas de bastante cerca.
Ya he dicho que navegas de noche, el caso es que de Las Palmillas a Samaná hay unas 100 millas, intentas llegar de día. No me fio de los faros o luces que puedan tener, y nos gusta si es posible llegar de día y con el sol a la espalda que te permita ver los arrecifes bien.
Hizo bastante viento, durante varias horas íbamos con un rizo, luego ya con todo el trapo, era divertido ir a 8 nudos, pero llegamos antes de lo previsto. Así que en medio del paso de la mona y a casi 20 millas de la costa decido ponerme al pairo.
Ponerse al pairo consiste en “bracear las gavias, y demás vergas superiores por barlovento, de suerte que beban viento por la cara de proa, arriar un poco las escotas mayores y colocar la caña del timón progresivamente a sotavento”.
Esa es la descripción clásica de cómo se hace para estar parado con un barco de vela. Perdonadme la broma. Estuvimos más de 2 horas con mar de más de 2 m, y sin velas. Flotando y esperando que amaneciese. Ventajas del catamarán se mueve mucho pero menos que un monocasco.
El premio fue encontrarnos rodeados de algunos grupos de ballenas. Emocionante. Las fotos no hacen justicia, si estaban cerca no te da tiempo a fotografiarlas, si están lejos con el movimiento y la distancia salen mal. Pero aquí queda alguna.
A veces pasan por debajo del barco, lo ves en la sonda, durante unos segundos, a veces minutos, en vez de por ejemplo 80 metros marca 6 o 3,5. Eso es que están debajo Se acercan curiosean supongo.
Estas son de la Llegada a Samaná
Y la última vez que navegamos por el paso de la Mona, fue sin emoción alguna, Samaná a Sosua. Mar calma y a motor, al principio. Luego Brisa maravillosa y spinnaker, así pasamos por cabo CABRON. Por lo menos no se comportó con nosotros así.
Al acercarse a los cabos el viento suele cerrarse y acelerarse, así que antes de llega r a cabo francés decidimos bajar el spi. Cuando acabamos de guardar la vela el viento había rolado 60º, tocaba casi de ceñida. Por una vez nos anticipamos. No suele pasarnos.
De Soua a Luperon son solo 25 millas, navegación deliciosa con Gennaker, cerca de la costa viendo la magnifica vegetación , Puerto plata , los resorts y algunas ballenas.
No salimos pronto, en Sosua aprovechamos las aguas muy transparentes para bañarnos, y llegar a Luperon a primera hora de la tarde.
Mi Capitana-Cocinera estaba inspirada y preparó unos pulpitos estilo Ferrán Adriá estupendos.
Aquí estamos en nuestra bañera de proa, en “travesía” , menú del día: Gazpacho de pepino, pulpitos, uvas, helado, café y ron Brugal ( hecho precisamente en Puerto plata) por dónde navegamos en ese momento.
A veces vienen temporales del norte, llegan desde América del norte, traen vientos fríos y mucha lluvia. Eso rompe el Alisio. Pero un par de días antes genera unas horas o días de calma que son estupendos. El mar de fondo desparece, navegas con térmicos y por unas horas el océano Atlántico se parece a nuestro mar mediterráneo.
Mientras escribo esto, el temporal ha llegado, lluvia y vientos fuertes y refugiados en una buena bahía, en Luperón.
Hemos garreado y ahora estamos con dos anclas en línea, bahamian Style, Una danfort del antiguo Colen2 y una Delta grande del también antiguo Wallstreet.
En la muy bien protegida bahia de Luperon fondeó Colon hay un fuerte y un pequeño monumento conmemorativo
Impresionan com sempre tot lo q comenteu, pero amb lo de “ponerse al pairo” meu deixat descolocada, fins i tot llegint q significa. Disfruteu molt, i molt oportu el Paso de la Mona, aquesta dies q son els de la “mona” de Pasqua. Aqui a la vall dAran encara es pot disfrutar de les ultimes baixades de neu primavera. Una abraçada i bona Pasqua!!
Gracias Roser, disfruten la neu que queda i «la mona» , jeje