Por mar al llegar a la Isla por primera vez,  pasamos por delante, pero luego hemos ido un par de veces a fondear a Isla Saona. ( el nombre es en honor a Savona, de dónde era la familia de C Colón). Es una pasada Isla, con una  playa espectacular, de agua transparente. El paso que la une a la Isla de la Española, no se puede navegar, son corales y ello ayuda a tener unas aguas turquesas de las que te hacen sentir envidia cuando te las enseñan en foto. Es un destino diario de los turistas que vienen a los  mundialmente famosos resorts. Y aquí nos impactó que con pandemia mundial no hay ni distancias mínimas ni nada, mirad cómo van a tope los barcos que salen de Bayahibe.

Bayahibe es un pueblo antiguo de pescadores, del que ahora salen miles de turistas a bañarse a isla Saona, es también sede de varios resorts de lujo, que no vimos y la entrada a un parque natural. A mi me hizo ilusión descubrir que estuvo anclada la flota del pirata Willim Kidd, un irlandés muy famoso, y que uno de sus barcos esta hundido en las proximidades. Esto lo descubrí tarde y no bucee para verlo.

Nuestra siguiente parada por mar es Samaná, a la que tanto nombré en mi post de navegación.

Samaná es conocido por ser un santuario de ballenas, pero además tiene su parte de historia curiosa, aquí nuestro Almirante de la mar Océana, tuvo su primera batalla con los indios aborígenes, los taínos. Describen que en su diario (desaparecieron los originales) puso que aquí vio tantas flechas, que le pusieron el nombre de el Golfo de las Flechas.

Disculpad estos rollos históricos, pero me divierte mucho averiguar que ha pasado en los sitios que paramos o pasamos, y si lo descubro cuando estoy fondeado con el barco en el mismo sitio en  dónde a Colón le tiraban flechas,  tiene su gracia.

A nosotros nos han tratado mucho mejor que a Colón. Aquí hay mucho que ver y mientras esperamos a nuestros amigos del Oroboro, que están en Puerto Rico, y con los que nos vamos a reencontrar después de 8 meses sin vernos, nos vamos como dicen los americanos “to explore”.

Parque de los Haitises, (en taino significa  monte) es un parque natural al otro lado de la bahía, sólo nos separan 10 millas, pero hay que pedir el famoso DESPACHO.

Fondeamos en un paisaje espectacular y completamente diferente al de la orilla del otro lado de la bahía. Montañas calizas, como bultos, por escarpadas, de selva tropical. Bueno aquí rodaron algunas escenas de Parque jurásico, por algo sería.

Tiene dos cosas muy curiosas, varios riachuelos de manglares por los que subimos en nuestro Raki, y cuevas.

Los riachuelos son  muy difíciles de descubrir desde la costa, y aparecen cuando te acercas, luego algunos te llevan a un pueblo, otros a un lago interior, y otros a un par de muelles de madera para que puedas dejar el bote y andar hasta las cuevas. Visitamos un par de ellas, hay bastantes.

Una de las que vimos está llena de pictografías, dibujos hechos por los indios Tainos, después que Colon le raptara a su jefe Canaobo, que mandó a España (pero el barco naufragó y se ahogó), la tribu se escondió aquí. Parece ser que los pictogramas relatan los hechos de la batalla.

Además, hay todo tipo de fauna:  manatíes (que no vimos), delfines, (a esos sí los vimos) y no sé cuántas clases de aves, las guías dicen más de 230, espectacular es verlas pescar. Es como estar fondeados en otro tiempo, antes de la civilización, ¡pero sorprendentemente tienen internet!

El lugar es muy bonito, no estamos solos, estamos fondeados con otros dos catamaranes y al final acabamos conociendo y haciéndonos amigos, el S/V Valentin de Alemania, con Jürgen y Haike, y el S/V Lille Venn de Suiza con Ralph y Barbara.

Volvemos a Santa Bárbara de Samaná, nos vamos a descubrir los Saltos de Limón.

Son unos saltos de agua que están a 8 km del puerto Nos vamos en moto concho, moto con remolque, Es divertido verlas, emocionante subirse un rato y un poco demasiado emocionante cuando con sus justitos 125cc intentan adelantar un autobús en subida de una carretera en obras y viene otro de cara.

Nos deja en un rancho, El Manzano, el camino a las cascadas es corto pero lleno de subidas y bajadas y con bastante barro, por que llueve todas las noches. La segunda parte de trayecto la hacemos a lomos de “Papeleta” y Capuchino” dos caballitos que guiados a mano por dos mozos nos llevan en una divertida excursión. El paseo por en medio de la selva y los campos cultivados es precioso y espectacular. Estas fotos lo demuestran.

El premio son las dos cascadas, que hay al final del trayecto.

Nos ponemos a navegar de nuevo, y en el mismo sentido que hizo Colón, dar la vuelta a la isla en sentido contrario a las agujas del reloj vamos hacia la costa norte, pasamos por cabo Engaño, que le puso el nombre por algo. Haremos una parada en Sosua,  y llegamos a Luperon.

Tenemos mucha suerte, el tiempo es expléndido y las travesías de 40 y 70 millas las hacemos bajo spi o gennaker casi todo el tiempo, volvemos a ver ballenas algunas veces, pero no pescamos nada.

Luperón es una bahía muy protegida, en la costa norte, ahora parada para cruceristas que van y vienen de Bahamas a las Antillas. No me gustó mucho, el agua es verde y poco atractiva. Además nos pasó de todo: nada más llegar nos despistamos saludando a los amigos de S/V Valentin, no miré la carta y embarrancamos, me llevo un buen rato salir de allí, la quilla se llevó unos buenos arañazos.

Mas tarde después de un encuentro de cruceristas que se había organizado en un bar, al volver a Raki, de noche, Mónica no calculó bien para subirse  y se cayó al agua con todo. Eso nos costó un móvil.

Y cómo era poco, al dia siguiente garreamos, y mientras hacíamos la maniobra de volver a fondear, cogimos un cabo con la hélice. Vamos que nos pasó de todo, supongo que por no fijarnos, todo lo de un novato en tres días y en el mismo sitio!!

Estuvimos varios días, refugiados por unos días de tormentas y preparando los trámites de PCR para poder ir a las Bahamas, que es nuestra siguiente etapa. Aquí nos reencontramos con bastantes barcos amigos, ya somos una flote de 5, y hay bastante vida social.

Ya hemos hecho las últimas compras, llenamos el barco a tope, sabemos que en Bahamas, cuesta encontrar algunas cosas y todo es muy caro. Esperamos a los de la Armada, que se les estropeó el motor y llegaron 2 horas tarde a traernos el despacho! y…… Zarpamos de nuevo……….

 

 

 

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