Hemos dejado atrás la República Dominica navegando hacia el Noroeste, y muy cerca de Haití, donde no nos paramos pues hay muy malas noticias con revueltas y secuestros, y no necesitamos esas emociones.
La navegación es de apenas 110 millas. Un paseo con muy bien tiempo con mayor y código 0 al principio, luego subió el viento, se hizo de noche y fuimos sólo con mayor y foque.
Viajar en tiempos de Covid, además de peligroso es muy arriesgado, nosotros decidimos ir a sitios muy aislados e intentamos no tener a penas contacto con nadie. Para eso las Bahamas es un destino perfecto, y para otras muchas cosas más también.
Aquí llegó Colón por primera vez al Nuevo Mundo, a la Isla de San Salvador, (hay opiniones que dicen fue en otros lugares) luego llego a Cuba y más tarde a la Española (Haití y República Dominicana hoy)
Son un montón de islas, más de 700 y 1200 cayos, las de más al sur están muy poco pobladas, y las más cercanas a los USA, les quedan a 45 millas y allí si hay mucho turismo. A esa zona iremos al final. Ocupan una superficie de unas 500 y pico millas de largo, como de Barcelona a Roma, por 170 de ancho.
Son muy bajitas, por eso les llamaron BAJAMAR y entre ellas hay plataformas con muy poca profundidad, pasamos de 1300 metros de fondo a 0 en menos de 500 metros y hay cientos de millas cuadradas con sólo 3 metros de agua.
Eso último pone a prueba tus nervios para navegar en aguas poco profundas.
A Colón no le interesaron nada, sólo había indios miserablemente pobres los Arawak, y en algunas algo de agua dulce, sin duda no era Cipango, ni las minas de oro que buscaban. Nunca fueron seriamente pobladas ni reclamadas por Castilla.
Ha sido nido de piratas, Barba Negra, Henry Morgan o Anne Bonney, usaban sus escondrijos para incordiar a los barcos españoles e ingleses.
Hasta el Governador de Nassau a finales del XVII era un expirata.
Los habitantes de hoy descienden de emigrantes puritanos de Bermudas y lealistas a Inglaterra que en la guerra de secesión americana huyeron de las Carolinas, y se afincaron aqu, pensando que Inglaterra ganaría y estas islas serían una estación de paso a América.
Cuando llegas por mar, lo primero que ves son unas tonalidades de agua de turquesa al índigo, que no habíamos visto nunca hasta ahora. Todas las guías publican las fotos de agua transparente para que aprendas a identificar la profundidad según los colores del agua.
Le añades playas de arena blanca muy fina, en algunos sitios palmeras, pocas, y muchos peces de todo tipo. Esto promete.
Os llevamos de circuito con nosotros,
Esta vez no navegamos solos, vamos en “conserva” 4 barcos y eso hace mucho más divertido nuestra experiencia.
Empezamos con la consabida entrada en el país, que nos obliga a además de entrar con PCR negativo, hacer otra prueba de antígenos a los 4 días y a rellenar un cuestionario online cada dia durante dos semanas. Es un poco latoso, pero no es nada con el estar encerrados como pasa en muchos países al tiempo que estamos por aquí. Están muy bien organizados y menos las pruebas todo funciona por internet, y sencillo
Primera parada INAGUA, no tiene nada unas salinas y agua transparente, en el interior hay un parque con flamencos. Es fondeados en esta isla, que mientras buceo para revisar la hélice, que vibraba,´y mientras Mónica se baña aparece el primer tiburón. Se pega un susto vuelve al barco
Mientras buceo aprovecho y reviso las quillas que les pegamos un viaje en nuestra embarrancada en Luperón y descubro un cable enrollado en una hélice, que tengo que cortar para sacarlo. Por fortuna no hemos estropeado los sellos de las colas de las hélices, no hay agua en la transmisión. Esta es una avería que está en la lista de las posibles y graves.
Siguiente parada es en Hogsy reef, el único atolón del Atlántico, a medio camino de nuestra siguiente isla, emerge una herradura de coral, de 3 millas de diámetro, con sus aguas transparentes y sus barcos naufragados en el perímetro, llego a contar la estructura visible de 5, pero parece ser que hay más de 100. Da un poco de «yuyu», nosotros decidimos pasar la noche fondeados cerca del arrecife y aprovechamos para bucear un poco.
Seguimos navegando hacia el NO, siguiente parada es Acklins island. Es una navegada con Spi, nos picamos un poco entre nosotros, es muy divertido, 15 nudos de viento y mar plana. Navegadas diurnas de verano, cortas unas 30 a 40 millas y llegamos a una Isla casi desierta.
No vemos a nadie solo algunas barracudas cuando nos bañamos. Empezamos nuestras inmersiones. Al compresor de buceo le van a tocar horas extras las próximas semanas. Nuestro compresor es un Bauer Junior II, eléctrico, funciona con el generador, carga una botella en unos 20′. Está en un cofre en popa, dónde guardamos las botellas, aqui el cata es una gran ventaja con los monocascos.
En la primera inmersión ya vemos de todo incluidas rayas, y langostas, no hay tiburones.
Otra navegada corta, 25 millas y ya estamos en la siguiente isla: Crooked Island.
Aquí nos juntamos con otro barco que ya conocíamos de Antigua. Ya somos una pequeña flota de 5 barcos, italiano, japonesa y brasileño, viajan en el Oroboro, noruegos en el Alissa, alemanes en el Valentin, americanos en el Flying Loon, y luego se añadirán suizos a bordo del Lille Venn. Es la ONU, y nuestro inglés mejora mucho. Hay mucho ambiente, pero casi sólo estamos los de este grupo, es raro encontrarse otros barcos.
Todos nuestros nuevos amigos bucean, y alguna inmersión en grupo resulta muy divertida. Aquí se bucea en la pared que da al océano, pasas de 8 o 10 metros a 30 o 40, en algunos sitios más. La visibilidad es increíble más de 50 metros.
La visita a tierra es de lo más triste, no hay casi nada, andas un km y hay una pequeña tienda de comestibles que de fruta sólo les queda unas manzanas y poco más. Casas desperdigadas, de hecho, les llaman asentamientos cuando hay dos o tres juntas.
Estamos unos días y tenemos ganas de llegar a las islas más famosas. Siguiente parada Long island, se mataron con el nombre. Es una lengua larga de menos de 1 km de ancho.
Aquí descubrimos algo muy interesante, el agujero azul del decano, el Dean’s blue hole.
Resulta ser el segundo más profundo del mundo, después de uno que está en China. 202 metros de profundidad. No podemos llegar en lancha y tenemos que alquilar un taxi. Allí nos vamos 9 del grupo a bucear, es curioso el contraste de los menos de 2 metros de agua en la orilla a los 200 del fondo que no ves. Baja en vertical y casi simétricamente redondo. Nosotros bajamos a poco más de 25 metros para ver que no hay nada más que algún pez llamado tarpoon.
Aquí os dejamos unas cuantas fotos, incluidas alguna del dron, que os ayudan a haceros la idea que disfrutamos de un día muy especial.
La Bahía que estamos fondeados Clarence town, es preciosa pero no nos atrevemos a bañarnos, está llena de tiburones, incluso los ves cerca de la orilla con menos de 40cm de agua. Y es que es un destino de pesca deportiva y los tiburones saben que cada día hay merienda, ya que los pescadores limpian sus capturas al regresar a puerto cada tarde y estos están al acecho de todo lo que les cae.
Aquí la flota se desperdigó, nosotros queríamos ir a San Salvador, al lugar dónde se dice que llegó Colón, y porque es un destino de buceo muy importante.
Navegada deliciosa, de 60 millas que hacemos muy deprisa con viento de través de 15 a 20 nudos.
Están en la miseria, viven de dos hoteles que están cerrados desde hace más de un año, y no hay trabajo para nadie. Hay un museo que lleva cerrado años, y de la historia de Colón tienen una cruz que pusieron hace unos años en un sitio, que dudo pudiera llegar porque está lleno de arrecifes.
Hemos venido expresamente a bucear, pero en mar abierto y los dos solos, no nos atrevemos. No hay ningún barco de crucero como el nuestro. Bajamos a tierra a preguntar, impresiona, varios tiburones bajo RAKI, la lancha inflable, antes de llegar a tierra y luego al alejarnos una fila de 5 aletas una detrás de otra en 50 cm de agua. Por suerte encontramos un guía de buceo, que estaba en paro, que nos ayudó a vencer el miedo a bucear con tiburones. A ver si nos acostumbramos.
Este es el video que atestigua, que lo hicimos. Llegamos a tener 4 relativamente cerca de nosotros, cada vez se acercaban más, hasta que el guía no dijo que debíamos irnos, se acercaban demasiado. Ahora no es temporada, pero en invierno hay tiburones martillo. Nosotros solo vimos tiburones limón y nodriza.
Ya hemos cogido un poquito de confianza, no mucha. Nos vamos a las Exumas. Hay previsión que en dos días habrá viento fuerte del norte y queremos estar en zona protegida. Otras 70 millas hacia el Sur. Zarpamos de noche, para llegar con el sol alto y ver los arrecifes a la entrada.
En las Bahamas no se han gastado ni un dólar en balizar nada, no hay boyas, ni marcas y apenas hay faros antiguos y ninguno moderno. Todas las guías enseñan a “leer” el agua, por las tonalidades debes saber si es hondo o no, arrecifes, arena, algas, etc. Pero claro sólo se navega de día, de noche sólo en mar abierto. Nosotros seguimos con cartas náuticas electrónicas y de papel. En muchos sitios Mónica se sienta en la proa y va vigilando el fondo.
Llegamos a Georgetown, Exumas. Se supone que empieza la civilización. Hay bastantes barcos por la previsión de mal tiempo, que han buscado refugio en el mismo sitio que nosotros. Es inmenso hay sitio para cientos.
Nosotros cuando hacemos amigos, grabamos el nombre de su barco y su distintivo de llamada, el MMSI, en nuestro navegador. Así cuando se encuentra navegando a menos de 10 millas nuestra aparece en nuestra pantalla de navegación a través del AIS, con su nombre. En Gerogetown, además de reencontrarnos con nuestros amigos, tuvimos la suerte de “descubrir” que antiguos amigos de USA, a unos los conocimos en Virginia y a otros en Maine.
La vida social se complica, tenemos varias invitaciones simultáneas a los típicos sundown beer.
Pasamos varios días, en la playa bañándonos, jugando en la playa y haciendo pequeñas excursiones a pie.
El supuesto temporal no ha sido tanto y después de tres días seguimos nuestra ruta. Las navegaciones ya no serán por mar abierto, si no entre islitas y cayos. Es muy bonito e impactante.
Seguimos en Exumas, dicen que es la parte más bonita de las Bahamas, Y si es por el color del agua, así lo creemos.
Las islas, en tierra, no tienen nada que merezca la pena para cruceristas como nosotros.
Para los Turistas americanos, hay algunas con sus bares y algunos hoteles pequeños.
A penas hay algún sitio para comprar gas oíl y algunas verduras.
La mayoría de las islas, son privadas y tienen sus mansiones, sus embarcaderos privados y sus pistas de aterrizaje para avionetas.
Muchas tienen sus curiosidades, En unas hay unos cerdos salvajes, bueno medio salvajes, porque les dan de comer, y los turistas vamos y les hacemos fotos.
Otras están llenas de iguanas y también pues a verlas, claro.
Una de las Islas es del famoso mago David Copperfield, que tiene aquí su mansión, y para excitar al turismo no se les ocurrió que poner un piano de cola hecho en acero con una sirena y hundirlo, pues allí vamos nosotros a verlo.
El lugar se llama Black cay, también hay una avioneta hundida, y uno de los días hace mucho viento, aprovechamos para sacar el windsurf.
Siguen pasando cosas, Llegamos Staniel Cay. Aquí hay varias atracciones: otra playa con cerdos y muchos mega yates. La Thunderbolt grotto, donde se rodó una película de James Bond en 1965, una gruta chula a la que hay que entrar buceando, y el contraste con la luz que entra desde fuera la hace espectacular.
Staniel Cay, es quizás el centro más turístico, aquí para los que nos gusta mirar debajo del agua, vemos la segunda avioneta hundida, apenas 3 m. Es turístico pero la avioneta y la gruta cuando las visitamos estábamos solos.
Una de las paradas la hacemos en Normans cay. Esta isla, ahora un resort de vacaciones fue comprado por el capo de la droga Pablo escobar y fue la base de operaciones unos años de la droga que llevaba a Miami. Aquí está una avioneta de las suyas hundida, lo pasamos muy bien buceando y sacamos estas fotos estupendas.
Pocos días estamos más de una o dos noches en el mismo sitio, aquí las navegaciones son a motor protegidos del océano por los arrecifes y una línea de islas bajas.
Y así pasamos los días, “descubriendo cositas”, navegación con buen tiempo y mucho tiempo en el agua.
Una parada más en Allens Cay y dejamos las Exumas.
Seguimos en el siguiente Blog.
Interessante!
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Estaba echando de menos los reportajes y me he dado cuenta que habái algunos que no había leído. Este de Bahamas en concreto es precioso. Qué agua!!! Y lo de acostubrarse a nadar con tiburones……. Jajajajjajajaj……..
Beso fuerte para los dos y seguri disfrutando.
Que guapo! Quines fantàstiques experiències esteu vivint. Se’m posen les dents llargues…
He disfrutat casi tant com vosaltres llegint aquest post!!!!
Forta abraçada!!
EXPERIENCIES FANTASTIQUES I ARRISCADES AMB ELS TAURONS
Que preciosidad de aguas, etapa muy divertida y con muchas cosas aprendidas no?
Besos fuertes a los dos.