Nos vamos a otra isla grande, dirección NO, se llama Eleuthera. La primera parte de la navegación es en el océano. Como dije al principio, con mucho fondo y ninguna dificultad. Al llegar a la isla, en realidad es una herradura abierta, y entramos en aguas con menos de 3 m de profundidad. Buscamos la entrada entre los arrecifes y hay que navegar a motor. Dicho así parece fácil, pero no lo es, siempre tiene un punto de emoción. Comprobamos una y otra vez en las cartas de papel y las electrónicas en varios aparatos si nos hemos pasado algo por alto y si realmente se puede entrar. Llegamos a Grosvemor Harbour. Es tan feo que ni bajamos a tierra. No siempre todo es fantástico.

Al dia siguiente nos vamos hacia Spanish Wells.  Le llaman asi por los españoles de la época del descubrimiento que encontraron unos pozos con agua dulce.Sigue siendo una navegación con poca profundidad, hasta que salimos por un “cut”, una abertura de la herradura. Es un paso con mucha corriente, 4 nudos en contra y muy estrecho. Motor a fondo para pasar a 3,5 nudos.

Llegamos a un pueblo de pescadores, con muchos varaderos y algunas tiendas de comestibles. No es lo que esperábamos. Habíamos oído que era bonito, pero no nos lo parece, Pasamos una noche fondeados en una pequeña isla enfrente y seguimos de excursión.

Las guías náuticas y de turistas de esta parte del mundo lo pinta todo maravilloso, pero muchas veces te engañan.

Hemos decidido salir de nuevo al océano y bordear la isla por el norte , queremos ir a un sitio que ese parece que si merece la pena. Hoy cruzamos un paso muy bonito, pero mirando al fondo es realmente espectacular. Parece que flotemos, el agua es tan transparente que casi no se ve. No nos atrevemos a ir entre el arrecife y la isla, hay poco fondo y salimos a mar abierto, es una pequeña travesía de 25 millas hasta el NE de Eleuthera, A Harbour Island. Mónica va en la proa y es capaz de ver los peces desde arriba

La llegada se complica entramos con una fuerte tormenta, que nos deja estas imágenes. Esto es pijo, algunas marinas con muchos barcos de motor, casitas de colores alguna boutique, una heladería y bastantes restaurantes a precios desorbitados. No hay coches, todo son golf carts y mucho tráfico. Por la noche fuegos artificiales.

 

La siguiente navegación vuelve a ser entre islas y por mar abierto, vamos al NO, a los Abacos. Tristemente famosa en todo el mundo por el huracán que las destrozó en septiembre de 2019. Huracán Dorian.

Son 55 millas que hacemos con muy buen viento de aleta de 20-22kn. Llegamos justo de dia para poder franquear los arrecifes y fondeamos en aguas como dicen aquí “cristal clear”. Aunque hace poco hemos descubierto la expresión «Gin Clear», nos gusta más.

La navegación entre los Abacos, además de estudiar la carta antes, hay que poner los waypoints en el plotter, y seguirlos para entrar. Las cartas indican que a pesar de todo hay que usar la técnica VPR, «visual piloting rules», algo así como que hay que navegar a ojo.

Y es que, entre las islas de fuera y la principal, Gran Abaco, hay muchos bancos de arena, y como dije antes nada esta balizado.

El paisaje de la isla impacta. No queda apenas un árbol alto. Y hay dos tipos de casas, las que están en reconstrucción y las destruidas. Y es que  Dorian arrasó con casi todo. Las olas llegaron a ser de mas de 8 metros, en una isla que el sitio mas alto esta a 30. Arrasó con la mayoría de las casas de la costa. Barcos hundidos, aeropuertos bajo el agua durante días, todas las infraestructuras destruidas, telecomunicaciones, suministros de luz, pantalanes y puertos. No quedó nada.

Ahora el ruido de los obreros y la poca maquinaria que usan es lo que se oye. Muy despacio empiezan a recuperar la vida, pero las consecuencias de este huracán y luego el Covid, hace que aquí no venga nadie. Y este país depende en un 60% de su PIB del turismo.

Las casas son casi todas de madera y sorprende que las reconstruyan también en madera, son muy coloridas, y algunas grandes y bonitas. Muchas son muy sencillas y cuadradas. Pero te viene a la cabeza el cuento de los tres cerditos, en el próximo huracán volverán a desaparecer.

Iremos cambiando de fondeo muchas veces, pero por todos lados el panorama es el mismo.

Primero visitamos Marsh Harbour, otrora un vibrante pueblo turístico con todos los servicios ahora ya no queda casi nada, resorts en reconstrucción, barcos hundidos en las orillas y el centro de la bahía, todos los pantalanes fueron destruidos, algún barco de turistas vacío restos de almacenes, gasolineras y alguna tienda, Un buen supermercado. Es muy triste. Nos vamos de aquí.

La Bahía que forma Gran Abaco y las islas y cayos es espectacular, apenas 3 millas de ancho en la zona más amplia y con mas de 50 millas a lo largo tiene docenas de fondeos diferentes. Muchas playas, puertos naturales, bancos de arena, arrecifes de coral. Nombres chulos: Great Turtle Cay, Great Guana Cay, Man-o-War (este es el nombre de una medusa que en España conocemos como carabela portuguesa, y un tipo barco del siglo XVIII )

Aquí nos despedimos de nuestros amigos del OROBORO, Francesco, Yuka Y Phillipe, zarpan hacia el Mediterráneo, celebramos un par de cenas de despedida y lo pasamos muy bien. Se van con unos obsequios nuestros y un montón de recomendaciones. Esperamos y deseamos que disfruten allí tanto como lo hemos hecho nosotros la mayor parte de nuestra vida. Ahora mientras escribo esto, estan de travesía a Azores, seguimos en contacto directo por mail, en total  tardarán mas de un mes y pico en llegar.

Unos días más tarde también separaremos nuestras singladuras con nuestros amigos noruegos Andreas y Lisbeth del Alissa que se van a Florida y a los más recientes amigos también noruegos del Valy, Elías y Cecile. Esto será motivo de muchas celebraciones. Vamos cambiando de barco y de menú, pero somos los mismos. Acostumbrados a ir durante meses solos, estas semanas en flotilla han resultado muy divertidas. Y aunque seguimos en contacto, echaremos de menos compartir proyectos y experiencias.

Un pocos días nos movemos  de fondeo, uno de llos al subir el  ancla se enganchó en algo del fondo,  tiramos y  vimos que era el chasis de un coche de golf, que seguramente el huracán arrastro al mar, tuvimos que aplicar el ingenio al nudo que se había hecho con la cadena. A veces hasta me sorprendo de como nos salimos de algún lío como este.

Mientras, buceamos, hacemos SUP y visitamos algunas de las poblaciones. Una es digna de resaltar, se llama Hope Town, tiene un faro que funciona con aceite como los antiguos y esta en activo. Las casas en construcción, y muchos solares arrasados. Hablamos con una hondureña, dueña de una pequeña tienda de souvenirs, nos contó su experiencia de un huracán que llego a las 235 millas por hora, y en la ciudad de Hope Town cayeron más de 32 tornados, que son los que lo destrozaron todo.

Solo Bicis, golf carts y gente esperando a turistas que por el momento no llegan. Desde lejos es muy bonito y el agua espectacular, de cerca es muy triste mas de la mitad de las casas no están, y de las pocas palmeras que se ven están replantadas.

Intentamos pescar, con poca fortuna, una caballa en poco mas de un mes. Después de limpiarla, tuve la mala idea de dejar la cabeza y la raspa colgando del anzuelo de la caña mientras estábamos fondeados y me fuí a hacer pádel. A la vuelta me encontré que un tiburón nodriza de unos ciento y pico kilos se había quedado enganchado. Mala idea, se rompió la caña, se llevó el anzuelo y suerte tuvimos en salvar el carrete. Eso si le vimos muy cerca, son largos se mueven despacio y tienen la boca pequeña. Pero era mas fuerte que mi aparejo de pesca.

A Mónica se le pasaron las ganas del baño.

La Previsión metereológica para ir del Norte, en Abaco, dónde estamos hasta la Isla de New Providence, dónde esta Nassau a 150 millas al sur no es bueno, pasamos casi una semana esperando vientos favorables para “bajar”, por fin llegan, lo hacemos en dos etapas, es muy peligroso navegar de noche por aquí. La primera fue lloviendo y con muchos relámpagos.

Los relámpagos están cerca y tomamos algunas precauciones, estar secos, con zapatos, no tocar nada metálico, incluso llegamos a guardar los ordenadores y móviles en nuestra caja de Faraday (es nuestra caja fuerte). Se dice que en caso de que caiga un rayo sólo se salva lo que está dentro de una caja metálica que lo proteja de la alta carga estática.

Si eso nos pasase, ya que aquí, en Florida y el Caribe occidental, cada año unos cuantos barcos se ven afectados, suponemos que por lo menos esos equipos quedarían a salvo. El resto de los componentes eléctricos y electrónicos se quedarían inutilizados. Eso si es un follón de primera. Y es bastante mas común de lo que creíamos, les pasa a muchos barcos en esta zona y las costas de Florida.

Mientras esperamos encontramos uno de esos rincones idílicos que ponen en los folletos publicitarios y realmente existen: Little Harbour:

En el siguiente post Seguimos con las Bahamas y mas experiencias

 

 

 

 

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